
La obra trata sobre Graciela, una mujer que está a punto de salir con sus amigas, pero sus planes cambian inesperadamente, lo que desencadena una noche llena de recuerdos y reflexiones. A lo largo de la noche, Graciela comparte con el público sus experiencias y traumas de la niñez, usando su cuerpo y su vestimenta como parte de la actuación.
Graciela perdió a su madre cuando era niña y fue criada por su padre, quien nunca parecía satisfecho con ella. Siempre trató de ser la mejor hija, pero sentía que nunca era suficiente. Ahora, como adulta, Graciela lucha por liberarse del pasado y quiere que la vean de manera diferente. En un momento de la obra, expresa su deseo de ser vista como una hija y no como una esclava o una mujer objeto.
La obra es unipersonal, lo que significa que Graciela es la única actriz en el escenario, y a través de su actuación, el público puede sentir su dolor y su deseo de encontrar a alguien que la ame de la misma manera que ella amó a su padre. La actuación es intensa y emotiva, llevando al público a través de los momentos más dolorosos de la vida de Graciela.
Para el cierre de la obra, la actriz termina con una frase impactante: «Mamá, miráme con buenos ojos (Puta madre, puta yo)». Esta obra ha sido creada y dirigida por Ángel Agustin, quien ha logrado plasmar de manera conmovedora y profunda los sentimientos y la historia de Graciela. La actriz intérprete es Lucía Pereyras.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Texto: Ángel Agustín y Florencia Prestia
Actúan: Lucia Pereyras
Fotografía: Lucas Sehoane
Prensa: Kevin Melgar (0KM Prensa)
Dirección: Ángel Agustín