
El 21 de junio de 1994, Diego Maradona anotó su último gol con la Selección argentina durante el Mundial de Estados Unidos, en un partido que quedó marcado por lo que vendría después: su positivo en un control antidopaje y la consecuente separación del plantel.
Este gol memorable ocurrió en el primer partido del grupo D, donde Argentina enfrentó y derrotó a Grecia 4 a 0. Maradona, tras una intensa preparación, buscaba redimirse y volvió a brillar en el escenario internacional. A los 15 minutos del segundo tiempo, una brillante jugada de Fernando Redondo, quien combinó con Claudio Caniggia y Maradona, culminó con un potente zurdazo del ‘Pelusa’ que se clavó en el ángulo.
La celebración de Diego, gritando desde lo más profundo de su ser, reflejó su pasión y entrega. Arturo Ángeles, el árbitro del partido, recordó: «Maradona venía de varias circunstancias difíciles y regresaba a un escenario mundial. Sabía que iban a tratar de detenerlo por su calidad y carisma. Era un jugador al que había que cuidar».
El partido terminó con una contundente victoria de 4 a 0 para el equipo dirigido por Alfio «Coco» Basile, con tres goles de Gabriel Batistuta y el inolvidable tanto de Maradona. Nadie podía prever que sería la última vez que el ídolo nacional anotaría con la Selección.
Días después, el 25 de junio, tras la victoria por 2 a 1 ante Nigeria, se confirmó el resultado positivo del control antidopaje de Maradona, hallándose efedrina en sus análisis. Este evento no solo lo dejó fuera del Mundial, sino que también desilusionó profundamente al pueblo argentino. Su famosa frase «Me cortaron las piernas» simbolizó el abrupto fin de su participación en el torneo y el colapso de las esperanzas argentinas.
El último gol de Maradona con la Selección argentina es un recuerdo imborrable de su genialidad en el campo, cargado de emotividad y simbolismo. A treinta años de aquel día, su legado sigue vivo en la memoria de los hinchas, recordando la grandeza y el impacto del ‘Diez’ en el fútbol mundial.